¿Compras un auto para viajar cómodo y seguro? Esto te interesa

Un análisis de los 180 automóviles más vendidos en el mercado mexicano revela que ninguno cumple con los mínimos estándares de seguridad. ¿Puede la próxima Ley de Movilidad y Seguridad Vial protegernos?

Por Georgina Hidalgo Vivas

En México se venden 30 modelos que en su versión básica no cuentan con los sistemas mínimos de seguridad recomendados. Nueve de ellos no tienen el sistema de frenos ABS, 28 modelos se venden sin control electrónico de la estabilidad, otros 52 modelos sin asistencia eléctrica de frenado y 112 modelos más sin frenado autónomo de emergencia.

Cada año, las organizaciones civiles El poder del consumidor y Latin NCAP realizan pruebas a todos estos modelos en choques frontales, laterales y de poste para descubrir Qué tan seguro es tu auto y hacérselo saber a los consumidores mexicanos.

"En México la seguridad viene empaquetada más allá del precio estándar del auto, como si fuera un lujo cuando en Estados Unidos y Europa a la industria se le exige no solo preservar la vida de los usuarios del auto sino la de los peatones", dice Stephan Brodziak, presidente de la Comisión directiva de LatinNCAP y coordinador especialista en seguridad vial de El Poder del Consumidor, dos de las organizaciones con más punch en la defensa de etiquetados claros.

Según el experto, instalar en los autos el control eléctrico estabilidad (ESC) evita el 80 % de riesgo por derrape y al fabricante le cuesta solo 60 dólares. Las bolsas de aire (ABS) reducen el riesgo de muerte 30 % y el cinturón de tres puntos hasta 52 %, lo que cuesta en realidad 50 dólares. La estructura estable reforzada que evita que el habitáculo colapse porque tiene menos puntos de soldadura, 150 dólares. El Sistema retención infantil (IsofixLat) con anclaje, 60 dólares.

"Hace años, el Jetta básico costaba 190 mil pesos y solo hasta la versión GLI incluía el control de estabilidad y el precio ascendía a 400 mil pesos. Son precios conservadores que fácilmente podrían absorber los consumidores, pero desincentivan el desarrollo económico", dice Brodziak. 

Si la tecnología para tener autos más seguros ya está instalada en los 20 complejos productivos y 11 plantas armadoras con presencia en 22 estados del país, ¿qué extraños acuerdos industriales excluyen a los consumidores mexicanos?

Esto mismo se preguntaron los activistas desde hace 10 años y comenzaron a cuestionar la ética de la industria automotriz mexicana, que de hecho se niega a responsabilizarse de las 5 mil muertes anuales por colisiones de tránsito y las decenas de miles de discapacitados que dejan los siniestros viales en México y trabaja insistentemente en desacreditar los avances técnicos y las evidencias científicas que prueban que tener autos seguros en las calles puede reducir drásticamente las fatalidades por siniestros viales.

Batalla paralela para salvar vidas

Además de promover la actualización de la normatividad nacional ante Sedeco (LINK aquí) para terminar con el mercado subestándar de autos inseguros en México, estas organizaciones propusieron un proyecto de Ley de Movilidad y Seguridad Vial ante el Senado con un enfoque de Sistema Seguro, cuya tercera acción más urgente es hacer más estricta la seguridad de los autos e incluir la tecnología de protección a peatones como un básico. 

"Demostramos que 'no ponemos barreras técnicas al comercio', que es viable, dimos la discusión para que en mercados como México no se vendan autos “diferenciados”. ¿Por qué tener un estándar distinto para los mexicanos, cuando más del 80 por ciento de la producción son autos de exportación que cumplen con las normas de otros países que lo exigen?" dijo Sahid de la Cruz, integrante de Refleacciona con Responsabilidad.

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