Cuánto cuesta la (in)seguridad vial

Cada año mueren en la calles y carreteras del país 4 mil personas y 91 mil más quedan heridas. Las pérdidas para la sociedad son billonarias. ¿Cuánto vale una vida?

Por Georgina Hidalgo Vivas

Vidas, dolor, millonarios gastos hospitalarios y mucho tiempo perdido en trámites son apenas los costos directos que asumen los familiares de las víctimas de un siniestro vial. 

Según un reciente dato del IMCO (Centro de Investigación en Política Pública) los 365 mil siniestros viales ocurridos en 2018 costaron entre 174 mil millones y 204 mil millones de pesos (mmdp), un altísimo precio social y económico que se calcula tomando en cuenta los costos no materiales asociados al sufrimiento de las víctimas y sus familias, la pérdida de capital humano en la cadena productiva, los daños materiales causados por los siniestros viales y los gastos de atención médica a individuos con lesiones. 

200 billones de pesos, es decir, la mitad del presupuesto educativo anual, se pierden en el hoyo negro de la inseguridad vial al año. Una cantidad que en vez de usarse para educar y difundir el respeto a las normas viales en la sociedad mexicana se está despilfarrando en pagar las consecuencias de no hacerlo. ¿Estamos locos?

Los datos dicen  que sí

La muerte en las calles y carreteras de nuestro país aumenta alarmantemente. Según el Inegi, en 2018 nueve de cada diez víctimas muertas y heridas en siniestros viales corresponden a "accidentes de tránsito" (sic) ocasionados por un conductor de vehículo automotor. Apenas un 1.2 por ciento se deben a la mala condición del camino, 2 por ciento a la falla del vehículo y en 5 por ciento a causa del peatón o pasajero.

Para el 2019 la situación empeoró no solo para las víctimas usuales de la violencia vial de los automovilistas mexicanos (peatones, pasajeros y ciclistas) sino que alcanzó niveles preocupantes entre los motociclistas. 

Entre los hallazgos del Reporte Trimestral de Hechos de Tránsito, septiembre 2019 de la Semovi  está el "aumento en hechos de tránsito con víctimas fatales, 36% ocurrieron en madrugadas, acentuándose en fines de semana. Afectando principalmente a motociclistas. Las motocicletas presentaron la mayor tasa de mortalidad, 1.8 muertes por cada millón de viajes". Y eso no es todo. Cuando se analiza la prevalencia de alcohol entre conductores y el alto porcentaje de los que se dan a la fuga tras un siniestro de tránsito nos queda el reflejo de la  violencia vial diaria.

Es decir, somos una sociedad que tolera el hecho de que borrachos y neuróticos manejen vehículos automotores, asesinen mayoritaria e impunemente a peatones, ciclistas y motociclistas que se interponen en su camino y hasta los culpen por ello.

Seguridad vial, ¿qué es eso?

El hecho del que el INEGI siga llamando "accidentes viales" a una situación que nada tiene que ver con lo azaroso ni lo fortuito, sino con actitudes riesgosas de los conductores de automóviles privados, explica en parte por qué carecemos de datos confiables para medir las consecuencias de la falta de educación vial.

Los siniestros viales son totalmente prevenibles. Tan solo reducir el límite de velocidad a 30 km/h en calles podría evitar la mitad de ellos y el 60 por ciento de la gravedad de las lesiones en las víctimas. 

Pero mientras en la arena internacional México se compremete a reducir las muertes por siniestros viales para el 2030 (al firmar la Declaración de Estocolmo a principios de 2020) a nivel interno la seguridad vial es un tema relegado y menospreciado por los políticos mexicanos que no lo consideran prioritario en su agenda electoral, ni siquiera porque ya es un derecho mandatado en la Constitución.

A punto de cumplirse el plazo para tener la primera Ley de Movilidad y Seguridad Vial del país (vence en junio próximo), la sociedad civil agrupada en la Coalición Movilidad Segura espera aún el dictamen y discusión de su propuesta, pues ya no se hizo en el recién terminado segundo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión. 

Cada día que los mexicanos pasamos sin tener una ley que coordine, ponga orden, homolgue datos y reglamentos de tránsito y certifique la capacidad psicofísica de los conductores, la (in)seguridad vial le costará la vida a 3 personas en la CDMX y 44 en todo el país.

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