Un café Por la Seguridad Vial con Elisa Hidalgo

Es investigadora del INSP y revela los bajos impactos sociales de las estrategias de seguridad vial en México en diez años

Por Georgina Hidalgo Vivas

Los siniestros viales afectan de manera dramática e intensa a la salud pública y pese a que durante decenios se les ha tratado de prevenir con campañas destinadas sólo a los automovilistas, un reciente estudio de medición de velocidades en cuatro ciudades mexicanas del Instituto Nacional de Políticas Públicas (INSP) reveló su inutilidad, ya que 47 de cada 100 conductores de vehículos no respetan los límites de velocidad y los exceden 10, 20 y hasta 50 por ciento. 

Esto dijo la investigadora Elisa Hidalgo, especialista en lesiones accidentales del INSP, durante la charla ‘Un café por la seguridad vial’, organizada todos los viernes por la sociedad civil para acompañar el proceso de dictamen de la primera Ley de Movilidad y Seguridad Vial del país.

Con tal nivel de impunidad vial, no extraña que en los últimos 20 años hayan fallecido 315 mil personas en todo el país víctimas de los siniestros viales, una media de 16 mil aunque ha habido años con variaciones como los 17 mil muertos en 2014 y los 15 mil que alcanzamos en 2019.

“Sabemos además que más hombres están muriendo víctimas de siniestros viales; que los niños mueren mayormente como ocupantes de vehículos motorizados porque el uso de las sillas de retención es muy bajo en México –es probable que de 100 niños solo 9 vayan bien sujetos a una silla–; que hay un incremento del uso de motocicletas entre 300 % y hasta 500 % en algunos estados y con ello, de las muertes y lesiones por no usar casco ni vehículos adecuados”.

Despilfarro incosteable

El mayor impacto social que generan los mal llamados “accidentes” está el excesivo costo al sistema de salud por traumas craneoencefálicos y fracturas permanentes o por lesiones que el cuerpo no resiste.

“Hay que considerar que mil kilos a 50 km por hora dan una fuerza de choque que puede hacer colapsar el cuerpo. El resultado serán fracturas craneales con exposición de masa encefálica, lo que genera una demanda de atención primaria al sistema de salud que no es sencilla de cubrir pues requiere más recursos y personal especializado que no tenemos”.

Según la especialista, ha faltado personal capacitado para atender a personas en la vía pública, porque los servicios de atención primaria no están preparados en los traumas craneoencefálicos que se generan tras un siniestro vial.

Para ella, el INSP debe retomar el liderazgo para contar con Sistema Integral de Atención Prehospitalaria con personal certificado e incluso tendría que haber cierta capacitación a la sociedad de cómo responder ante siniestros, a qué número llamar y a qué institución dirigirse para atención. 

"El costo de un día de atención en neurocirugía, de estancia hospitalaria, de terapia intensiva es dinero que puede ser usado para prevenir, pero se usa para reparar el daño de no hacerlo. Y es aún más caro porque salen afectadas las familias. muchas veces la cabeza de familia qued incapacitada de por vida. Si como dice  la OMS, la salud es el bienestar físico, psicosocial de las persona, pues estamos mal", aseguró.

Un decenio perdido 

Entre lo que sí se hizo en México en los últimos diez años, Hidalgo destacó las estrategias de alcoholimetría, la promoción del uso del cinturón de seguridad, las sillas de retención y los cascos y el financiamiento de los Consejos estatales de prevención de accidentes que encabeza es el ST-Conapra de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud. También se capacitó a policías, se formó la Alianza Mundial Por la seguridad vial y el país se adhirió al decenio de la Seguridad Vial de la ONU con SS y SCT como cabezas de sector. 

Finalmente la investigadora recomendó:

“En reducción de factores de riesgo debe haber continuidad y apoyo. Hay que insistir en bajar las velocidades en las calles con densidad peatonal, en tener más políticas de infraestructura ciclista y respeto a peatones, en separar los espacios de los usuarios de la vía porque visto lo mal que manejamos no se puede compartir la calle sino está así. Tenemos los elementos necesarios para aplicar la ley, pero no implica a una sola área, hay otros sectores que cuentan. Es trabajo en equipo”.

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